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26 julio 2010

Negrita

Ella hermosa, delicada y con aire europeo.
Simpática, artista y de compañía.
A ella le gusta el teatro, la danza y la pintura.
Francés, inglés y perfecto español.
Sonríe, pestañea y revolea.
Su cabello es lacio y cae bien peinado.
Seductoras curvas de su cuerpo.

Por la ventana se paseaba moviéndose de un lado al otro. Él la contemplaba, sentado en la cama y maravillado.

Del otro lado de la ventana miraba la mulata que alguna vez lo amó.

Fea, tosca y con aire latino.
Tímida, impulsiva y acelerada.
A ella le gusta la calle, el candombe y la artesanía.
Español y algo de portugués e inglés de extranjeros.
Mira hacia abajo, cierra los ojos y cruza los brazos.
Su cabello está lleno de rulos y crece con la humedad.
El cuerpo escuálido poco seduce.

Pero la mulata siente, sabe, piensa.
Cree en el amor que alguna vez escuchó en la radio o vio en las novelas.
La negrita lo ve pasar, de la mano con la europea, rumbo al teatro.
Una lágrima se le pianta en la mejilla y corre hacia otro lado.
¡Qué miedo tiene de expresar! sabe que nunca podrá ser como ella.
Siempre va a llevar el ritmo de la calle, curtida por los golpes del tambor.

13 julio 2010

Abrí mi corazón y te invité a pasar. Pusiste un pie adentro, escupiste y diste media vuelta.
Entonces comprendí que ya no había vuelta atrás.

11 julio 2010

Te presento a mamá





Género: Comedia bizarra.

Buenos Aires, 2010. Dolores debe enfrentar su mayor temor: conocer a la suegra. Mientras se prepara, su imaginación la lleva a las peores situaciones posibles.

09 julio 2010

No cuenta la leyenda.

No cuenta la leyenda, que una mujer dividió su ser en muchas partes. Esas partes fueron repartidas una por una entre los presentes.
El hombre más fuerte era el encargado de cuidar la parte-corazón; el más inteligente debía administrar la parte-cabeza; y el más ágil tenía que regular la parte-vientre.
Todo marchaba según lo planeado, hasta que, con el correr de los años, las fallas aparecieron.
El más fuerte resultó ser tosco e impulsivo: un día abrazó a su parte tan fuerte que la rompió en mil pedazos. Asustado, sepultó los trozos debajo de la alfombra y allí quedaron para siempre.
El inteligente, entre tanto afán por adquirir conocimientos, desbordó su parte cabeza. Las palabras comenzaron a mezclarse, desorganizarse y chocar unas con otras. La parte y su dueño se sumergieron en la locura.
Por último, el hombre ágil, que siempre estaba haciendo negocios, tuvo una brillante idea: alquilar su parte a otros hombres.
Hoy en día debería haber un descenlace en lo que no cuenta la leyenda, pero eso es imposible.

05 julio 2010

La Súplica.

Estamos en una habitación en penumbras. Ella llora sin consuelo en un rincón. Yo la miro y, en silencio, tomo su hombro.
Luego de unos segundos, Ella levanta la mirada y comienza a recitar:

"Mi alma viaja por universos desconocidos, poco probables. Vuela esperando encontrar la otra parte de su corazón. La adolescencia se fue y no creo que sea un capricho. Los tiempos cambian pero eso sigue intacto. Tal vez algún Freud del siglo XXI me diga que estoy loca. Pero no me importa. Lo quiero, quiero sentirlo, quiero vivirlo. Le gritaría a los cuatro vientos que lo amo, pero eso lo asustaría. No deseo que corra. Sólo pienso en sentirlo a mi lado para siempre. Él nunca creyó que esto fuese tan fuerte. Él sólo quería cariño. Se lo dí y le entregué lo mejor de mi vida. Ahora no tengo nada. Sólo esperanzas de un amor que no será. Sólo palabras de consuelo. Las frases que todos repiten son las lágrimas que resbalan por mi rostro."

Ella se quedó en silencio. Yo la miré a los ojos.

"Perdoname, ¿te asusté?"