La terrible abstinencia de dejar el corazón se hacía presente nuevamente.
Primero fueron días, luego meses y después años.
¿Cuándo se iba a ir? ¿por qué se reiteraba?
Tal vez sus letras lo hacían más visible que nunca. ¿Será que ya no debía escribir?
29 agosto 2010
13 agosto 2010
08 agosto 2010
Justificación
Si mi mente no respeta los tiempos verbales, mi escritura tampoco.
El desorden me hace ser yo.
El desorden me hace ser yo.
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Dejé de escribir. No me atrevía a pensar en vos y tenía miedo de que seas mi inspiración.
Borrar a una persona es muy fácil. Pero acostumbrar al corazón se convierte en el fracaso más grande.
Ahora sólo queda caminar, seguir andando sin saber qué voy a encontrar.
Borrar a una persona es muy fácil. Pero acostumbrar al corazón se convierte en el fracaso más grande.
Ahora sólo queda caminar, seguir andando sin saber qué voy a encontrar.
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