Buscar

29 agosto 2010

Aguantar

La terrible abstinencia de dejar el corazón se hacía presente nuevamente.
Primero fueron días, luego meses y después años.
¿Cuándo se iba a ir? ¿por qué se reiteraba?
Tal vez sus letras lo hacían más visible que nunca. ¿Será que ya no debía escribir?

1 comentario:

Chin.it dijo...

caminamos siempre las mismas cuadras, y nos encontramos siempre las mismas caras. Por que no nos animamos a ir mas lejos . . .por que nos gusta el barrio . . .